Sana
tu relación con
la comida
Carta dirigida
a mi cuerpo...
Siento que mi cuerpo
es una prisión de la que no puedo escapar. Cada vez que me miro al espejo, solo veo defectos, imperfecciones que me recuerdan todo lo que no soy. La relación con la comida se ha vuelto un campo de batalla; un día es consuelo, al siguiente es culpa. No sé cómo encontrar el equilibrio, cómo dejar de luchar contra mí.
A veces pienso que jamás podré sentirme en paz, que siempre existirá este rechazo constante hacia lo que veo y lo que siento. Me pregunto si algún día podré mirarme con algo de compasión, si encontraré la manera de romper este ciclo que me consume. Pero por ahora, solo siento cansancio, un deseo profundo de liberarme, aunque no sé cómo empezar.
Hablemos sobre psiconutrición
A través de la Psiconutrición, podemos explorar y comprender mejor cómo estos factores influyen en nuestra alimentación y bienestar.
Aquí te explico algunos conceptos clave con los que quizás te identifiques:
Hambre fisiológica
vs
Hambre emocional
El hambre emocional es el deseo de comer como respuesta a emociones o situaciones, como el estrés, la tristeza, la ansiedad, la alegría o el aburrimiento. Aparece de forma repentina y se centra en alimentos específicos, normalmente ricos en azúcar o grasa, sin que exista una necesidad física real. Comer por hambre emocional suele generar culpa o malestar después de hacerlo.
En cambio, el hambre fisiológica es la necesidad real del cuerpo de obtener energía y nutrientes. Surge de manera gradual, puede satisfacerse con cualquier tipo de alimento, y desaparece una vez que se ha cubierto la demanda del cuerpo.
Aunque a menudo se confunden, los atracones y las sobreingestas son diferentes. Un atracón implica comer grandes cantidades de comida en poco tiempo, acompañado por una sensación de pérdida de control y malestar emocional, incluso cuando no hay hambre física.
Por su parte, la sobreingesta es comer más de lo que el cuerpo necesita, pero sin la intensidad emocional ni la sensación de descontrol que caracteriza al atracón. Si bien ambas conductas pueden afectar tanto a nivel físico como emocional, el atracón está más estrechamente relacionado con los trastornos alimentarios.
Atracones
vs
Sobreingestas
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